La isla griega de Creta, en pleno Mar Mediterráneo, se podría definir como un islote lleno de leyendas y mitos, un lugar mágico de paisajes, playas y calas de ensueño, donde disfrutaremos además de monumentos históricos y de la mejor gastronomía de Grecia.

Creta se ha convertido en estos últimos años en uno de los destinos favoritos de muchos amantes del turismo de sol y playa, no sólo procedentes de Europa, sino de todos los rincones del mundo. La Isla de Creta, lugar de nacimiento del famoso Minotauro, según la leyenda, posee calas y playas de todo tipo: vírgenes, nudistas, urbanas, semiurbanas, tranquilas, animadas…Una de sus playas más populares es la Playa de Elounda. Se trata de una playa muy concurrida que cuenta con una amplia zona de chiringuitos y locales para disfrutar al máximo de la vida nocturna de la isla. Otra playa a destacar es la Playa de Havania, que al contrario de la anterior, es mucho más tranquila, virgen y hecha a medida si lo que estamos buscando durante nuestras vacaciones es intimidad, paz y relax. Otras playas muy famosas de Creta son la Playa de Fotia, donde lo que destaca es su bien conservado entorno, la Playa de Balos, que se encuentra en la Península de Gramvousa, salvaje y muy tranquila, y la Playa de Elafonisi, de cristalinas aguas azul turquesa, muy parecidas a las de cualquier playa o arenal caribeño, y de fina arena blanca. Por último, y en cuanto a sus playas, destaca en Creta la Playa de Vai, rodeada de miles y miles de palmeras, la cual posee un paseo marítimo con numerosos locales y una gran infraestructura hotelera de vistas privilegiadas para elegir nuestro alojamiento. Pero ya que estamos en Creta, además de su costa, debemos aprovechar y conocer algunos de sus rincones y ciudades más interesantes y turísticas. Dos de las visitas más atractivas serían la de la Garganta de Hohlakies y el Desfiladero de Agiofarango, dos auténticos monumentos naturales que no defraudarán a ninguno de sus visitantes.

Para llegar a Creta, lo más económico es volar con alguna aerolínea de bajo coste hasta Atenas, y tomar desde allí otro avión hasta la Isla de Creta. En cuanto al alojamiento, es muy económico y variado, siendo el camping y la casa rural dos de las opciones más rentables.