París es un destino imprescindible, una de las ciudades más bellas del mundo, y hoy en día al alcance de casi todos los bolsillos. Cualquier medio de transporte es perfecto para viajar a París, ya sea el coche, el tren o el avión, claro que esta última opción es la más cómoda.

Viajar a París en avión es la forma más rápida de llegar y la más común. Gracias al auge de los vuelos de bajo coste, en muchos casos también es la forma más barata. Reservando con antelación no es raro encontrar vuelos de ida y vuelta por unos 50 euros. Algunas compañías aéreas low cost que operan en París y la conectan con las principales ciudades españolas como Madrid, Sevilla o Barcelona son Ryanair, Vueling y Easyjet. El tren también es una buena opción, sobre todo para los que deseen hacer un viaje diferente. Renfe explota dos rutas ferroviarias con destino París desde España, una con origen en Madrid (con paradas en Valladolid, Burgos y Vitoria) y otra desde Barcelona (con paradas en Girona y Figueres). Ir en tren hasta París es un sueño hecho realidad para los amantes del medio ferroviario, ya que la duración del trayecto es bastante larga (unas 13 horas). 

En cuanto al coche como medio de transporte para viajar a París, no es una de las opciones más económicas dado el gasto de combustible y el coste de los peajes franceses, aunque es la mejor opción para aquellos viajeros que tengan miedo a volar o para los que deseen hacer una ruta por Francia. Un buen modo para planificar nuestro itinerario y calcular nuestra ruta es usar aplicaciones gratuítas como Google Maps.