La ciudad alemana de Dresde es un gran destino si nos estamos planteando unas vacaciones en Alemania, ya que reúne una gran cantidad de atractivos y atracciones dando cabida a todos nuestros gustos. Su patrimonio artístico e histórico, así como la vida nocturna y la gastronomía, hacen de Dresde una gran ciudad.

La mejor forma para viajar barato a Dresde es en avión hasta la capital, Berlín, y tomar posteriormente el tren o el autobús. Los vuelos hasta la capital alemana desde distintos puntos de la geografía española son realmente asequibles, sobre todo con compañías aéreas de bajo coste como Easyjet o Ryanair. El precio del tren en Alemania no es muy caro, y puede presumir de contar con una de las mejores y más veloces redes ferroviarias de Europa. En cuanto al alojamiento, una de las formas más baratas de dormir en Dresde es el hostal, aunque también hay hoteles que ofrecen ofertas más que razonables. Algunos hostales con buen precio son Hostel Die Boofe y Hostel Mondpalast.

Aunque fue casi destruida durante la Segunda Guerra Mundial, Dresde es hoy esplendor y diversión. Hoy no queda huella en la ciudad de aquellos fatídicos años, pero sí son muchos los monumentos y edificios que siguen en pie y que se merecen ser visitados. La denominada Iglesia de las Mujeres, o Frauenkirche, es sin lugar a dudas la seña de identidad de la ciudad, devastada durante la guerra y reconstruida tras la caída del muro de Berlín. Uno de los mejores ejemplos del estilo barroco más recargado en Europa es el Palacio Zwinger. Otros rincones que no nos podemos perder son la ópera de Dresde, el Mercado Antiguo de Altmarkt, y el Palacio Real, a orillas del Río Elbe. Las ciudades alemanas poseen una característica en común, sus amplios y bien cuidados espacios verdes, y Dresde, no iba a ser menos. No hay nada mejor que relajarnos dando un paseo u organizando una tarde de picnic en Grober Garten, ideal para montar en bicicleta, patinar y que posee además un zoológico, o a lo largo de la orilla del río Elbe, donde además se extiende una hilera de majestuosos palacios, un entorno sensacional que no te puedes perder en tus vacaciones en Dresde.