La capital alemana es un destino ideal para preparar una escapada económica en cualquier época del año. Pero en verano, Berlín ofrece nuevas alternativas y atracciones sensacionales, ya que además de disfrutar de sus monumentos e historia también disfrutaremos de una agenda cultural excelente. Berlín durante el verano nos ofrece el llamado Badeschiff, que se trata de un barco con piscina que navega por el río Spree, una de las formas más originales para sofocar el calor y tomar un refrescante baño. También son muy populares entre los berlineses las denominadas como piscinas flotantes, de aguas cloradas y muy relajantes. Además, las entradas y tarifas de estas piscinas son muy asequibles, en torno a los cuatro euros por persona.

Sin lugar a dudas, Berlín es un gran destino donde entre cada visita podremos hacer una parada en alguno de estos espacios dedicados al baño. Pasear por la ciudad alemana en verano es un auténtico placer, ya que tras el duro y frío invierno todo los ciudadanos se echan a la calle y el centro histórico se halla abarrotado de terrazas, buen ambiente y turistas, así como los conocidos y amplios espacios verdes, perfectos para pasar un día en familia y organizar un día de picnic perfecto. Una de las mejores formas de conocer la ciudad y su espíritu underground y cosmopolita es a través de su animada vida nocturna. Ciudad de origen del tecno, Berlín posee una larga lista de locales de todo tipo donde poder elegir, desde bares y pubs hasta enormes discotecas. Además, en esta época del año son muchos los conciertos que se desarrollan en la capital, ya sea en locales o en muchas de sus calles y plazas. Las mejores zonas y barrios para salir de noche en Berlín son Kreuzberg, Mitte, y Friedrichshain, entre otras. En estos lugares encontraremos locales muy variados, que van desde aquellos dedicados al Jazz o al Blues, como es el caso de Yorckschlössch, a otros donde la música dominante es el electro.

Actualmente volar hasta Berlín puede ser muy económico, esto se debe al auge de las compañías aéreas de bajo coste como Vueling o Easyjet. Si reservamos con tiempo y con aerolíneas de low cost, nuestros billetes, ida y vuelta, pueden llegara  ser inferiores a los cien euros. En cuanto al alojamiento, aunque Berlín sea la capital de Alemania no es una ciudad muy cara, en comparación con otras ciudades europeas como Londres o París. Hay una gran variedad de hoteles, hostales juveniles, y albergues económicos.