Desde épocas remotas se ha tenido un amplio conocimiento de las propiedades de las aguas y su efecto en la salud. Ya lo sabían muy bien y hacían cotidianos sus baños tanto los celtas, como los romanos o los árabes, quienes veían en el agua una fuente de salud y bienestar en todos los sentidos.
En la actualidad, donde el stress está presente en la vida de mucha gente, tomarse unas merecidas vacaciones de salud se hace imprescindible para seguir la buena marcha de nuestras actividades diarias. Y en este tema tenemos mucho donde elegir, ya que el mundo de los balnearios y del spa ha alcanzado altas cotas de sofisticación y de desarrollo, adaptándose completamente a las necesidades de los tiempos que corren, con equipos médicos y personal cualificado que nos atenderán en todo momento y nos orientarán durante nuestra estancia en estos centros. Porque poco a poco las antiguas termas y baños ancestrales se han convertido en enormes villas balnearias con ofertas de todo tipo para que nuestro paso por ellas sea lo más placentero posible. A todo ésto debemos añadir los Hoteles Spa, que son centros que, aunque no disponen de aguas termales, disponen de excelentes instalaciones de hidroterapia.
Todo un mundo de ocio y bienestar para que podamos tener unas buenas vacaciones de salud.