Malta ofrece una gran variedad de posibilidades para el viajero en Semana Santa, siendo la capital, La Valeta, la joya de la corona en la isla. Un destino muy atractivo para conocer las tradiciones de otros países durante esta semana, disfrutando al mismo tiempo del encanto del Mediterráneo.

La isla de Malta ha sido dominada por fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, normandos, catalano-aragoneses, todos ellos dejando su propia huella en este islote situado en pleno Mediterráneo. No hay un lugar tan diminuto en toda la tierra donde se puedan visitar vestigios culturales de todos los periodos de la historia de la humanidad, desde la Edad de Piedra hasta el pasado más reciente. La ciudad de La Valeta tiene un encanto especial, sus calles de color miel y edificios pueden considerarse por sí mismos atracciones turísticas. Por todos los rincones de la capital hay vestigios de los Caballeros de la Orden San Juan, como posadas, hospitales, fortalezas, la Catedral de La Valeta y el edificio más emblemático de la capital maltesa, el Palacio del Gran Maestre.  Durante nuestra estancia son muchas las cosas que podemos hacer además de visitar monumentos. En primavera ya comienza a hacer mejor tiempo y no hay nada mejor en Malata que sus famosas playas de roca con sus aguas cristalinas. Otras visitas muy enriquecedoras son  al Gran Puerto y al Fuerte de San Telmo, lugares llenos de historia. Y para los amantes de los museos, La Valeta cuenta con dos museos especialmente singulares, El National War Museum, cuyo tema principal es el periodo de la Segunda Guerra Mundial y el Museo Nacional de Arqueología. En los alrededores de la capital también hay atracciones dignas de ser visitadas como los numerosos yacimientos arqueológicos, destacando el Hipogeo de Paola, en muy buen estado de conservación.

Viajar hasta la Valeta nunca había sido tan asequible. Varias compañías de low cost ofrecen vuelos a La Valeta desde ciudades como Madrid o Gerona inferiores a los 50 euros. El secreto para conseguir unos vuelos baratos es siempre realizar la reserva con una compañía aérea low cot y con bastante tiempo de antelación. En cuanto al alojamiento, Malata es un país bastante barato, tanto en servicios, como en alojamientos de todo tipo. Por muy poco dinero, podremos dormir en un buen hotel por menos de 30 euros, claro que siempre nos queda el hostal, también muy económico.