Podemos ser grandes usuarios de los distintos tipos de masajes que se imparten en los centros de Spa, pero llega un momento que es recomendable volver a los conceptos básicos para poder recomendar y explicar con palabras apropiadas los beneficios de los masajes en usted.
Qué son los masajes
Sabemos que tras un masaje, el bienestar que se siente puede ser incomparable y muchas veces no existen palabras para describirlo. He aquí el concepto más apropiado. Los masajes se describen como la manipulación de los tejidos externos al sistema óseo (encima de los huesos) con la finalidad de estimular la circulación sanguínea sobre estos mismos (músculos).
Qué producen los masajes
Cuando aumenta la irrigación sanguínea de los músculos externos suceden muchas cosas favorables para quien recibe un masaje. Primeramente se produce un aumento de oxigenación de los tejidos (piel, músculos, tejido adiposo). Es decir se produce una alimentación de los tejidos no usual y a su vez se agiliza la eliminación de toxinas. Es por tal motivo que la sensación de bienestar es incomparable.
Una buena alimentación aumenta los beneficios
Los beneficios de los masajes dependerán del tipo de masaje recibido. Es decir, cada masaje tiene por lo general un propósito distinto que los demás. Sin embargo existen beneficios en común como un descanso nocturno más profundo de lo acostumbrado, mayor índice de relajamiento mental, disminución de la ansiedad y disminución de la sensación de fatiga.
Algo que no siempre se difunde pero que debemos acotar es que no hay mejor momento de alimentarse bien que cuando se recibe un masaje. Tenemos en claro que uno de los beneficios de los masajes es la alimentación de los tejidos. Lo que el cuerpo hará será tomar reservas de un lado para enviarlas a las zonas estimuladas, de ahí el porqué del relajamiento y el sueño profundo. Así, si mejoramos la alimentación, le sacaremos mayor partido a los beneficios de los masajes.
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