Arcos de la Frontera es una ciudad gaditana de singular belleza, sobre la ladera de una peña y al lado del río Guadalete, esconde monumentos y rincones únicos en Andalucía. Arcos de la Frontera es un destino ideal para una escapada económica de fin de semana y disfrutar con los nuestros de sus maravillas.

Arcos de la Frontera posee un patrimonio histórico-artístico muy rico, destacando la Basílica de Santa María de la Asunción y la Iglesia de San Pedro. Pero la ciudad es una maravilla en sí misma, uno de los mejores ejemplos de pueblos blancos andaluces, donde se conservan numerosas viviendas en las que los patios y jardines muestran la fuerte presencia de los musulmanes siglos atrás. Es un pueblo para perderse, un laberinto blanco, donde los colores, aromas y sonidos se entremezclan dando lugar a un ambiente difícil de describir. La gastronomía es sin lugar a dudas otros de los puntos fuertes de Arcos de la Frontera, siendo los platos más tradicionales el abajao, el ajo molinero y la poleá. Debemos mencionar también que el pueblo se encuentra en un entorno natural privilegiado y que ofrece múltiples posibilidades para pasarlo en grande.

Una de las formas más cómodas y baratas para viajar hasta Arcos de la Frontera es en tren. A tan solo 20 minutos se encuentra Jerez de la Frontera, hasta donde podemos llegar para utilizar este medio de transporte. El ferrocarril cuenta con dos líneas directas, Madrid – Cádiz, y Madrid – Algeciras. En cuanto al alojamiento, en Arcos de la Frontera hay una gran variedad, para todos los gustos y bolsillos. Pero una de las formas más económicas de alojamiento es el hostal o la pensión. En esta localidad hay varios con precios muy asequibles como son las pensiones Callejón de las Monjas y Carbonato, o los hostales Málaga y Andalucía, son precios que no superan los 20 euros.