El Archipiélago de Guadalupe, en pleno Mar Caribe y departamento francés, se presenta como un acogedor cúmulo de islitas paradisíacas y un gran destino para un viaje romántico de relax.

Situado al este de República Dominicana, el Archipiélago de Guadalupe es exotismo en estado puro, un lugar hecho para el disfrute de todos y cada uno de los sentidos. Sus dos islas de mayor tamaño y las más turísticas, la Isla de Grande-Terre y la Isla de Basse-Terre, ofrecen a sus visitantes la posibilidad de realizar un gran número de deportes y actividades de aventura, probar sabores desconocidos y exóticos, relajarse en playas y calas vírgenes y, en definitiva, encontrarse con uno mismo. Algunos de los rincones más atractivos que encontrará el turista a su llegada son la ciudad de Pointe-á-Pitre, capital del Archipiélago, el pueblo pesquero de Saint Francois y las paradisíacas islas menores: Isla Marie Galante, Isla La Désirad e Isla Terre de Haut. En la capital, Pointe-á-Pitre, no nos podemos perder el Mercado de la Darse, en el puerto, y donde se puede acceder a los productos y artesanía típica de las islas caribeñas; la Plaza de la Victoria, de gran belleza y donde se concentra también la vida nocturna de la Isla y el Museo de Schoelcher, centrado en el tema de la esclavitud que sufrieron los habitantes en el pasado. Por otro lado, en el pequeño pueblo de Saint Francois, podrás sumergirte en la cultura más típica de las Islas Guadalupe, un lugar que ha sabido conservar su arquitectura tradicional y desde donde se pueden realizar numerosas excursiones y practicar deportes y actividades como el submarinismo. Durante la estancia en Guadalupe también se puede contactar con la naturaleza más virgen y salvaje. El Parque Nacional de Guadalupe, en pleno corazón de la Isla de Basse-Terre, se realizan tours en un 4×4, recorriendo la Route de la Traversée, un camino montañoso que atraviesa enormes selvas y bosques de bambú.

En el Parque se halla la Maison de la Foret, un museo en el que se realizan exposiciones sobre la importancia y valor del bosque. Dos de los rincones más emblemáticos de este paraje son el Puente Colgante del Río Bas David y la hermosa Cascada de Ecrevisses. Sin lugar a dudas, una gran elección para vivir experiencias nuevas y estimulantes, unas islas con gran encanto para unas vacaciones.