Una sensacional forma de hacer rutas y disfrutar, además de los atractivos de cada lugar, del mismo trayecto, es viajar en bicicleta.

Esta forma de moverse es cada vez más popular y practicada, ya que durante los recorridos, entramos en contacto con la naturaleza del lugar, vamos haciendo paradas en los rincones que más nos gusten, y disfrutamos del camino de una forma sana, barata y divertida.

Hay dos grandes tendencias en esto de viajar en bicicleta, aunque según la longitud del trayecto, el relieve de la zona, el clima y otros factores; serán determinantes para poder o no ir en bicicleta; ya que dependemos de nuestras capacidades físicas. Estas tendencias son hacer rutas entre los lugares del destino que hayas elegido, o directamente hacer en bicicleta todo el recorrido.

Lo más practicado y a lo que cualquiera de nosotros puede optar son las rutas que conectan lugares interesantes del destino que hayamos elegido. Pueden ser rutas de ciclismo, de senderismo que permitan bicicletas, o por caminos y carreteras convencionales. Es una excelente actividad de turismo activo que podemos realizar donde quiera que vayamos: turismo rural, grandes ciudades, rutas por la costa, itinerarios didácticos, jornadas ecológicas,…; y que no nos costará más que el alquilar una bicicleta en alguna de las empresas de turismo activo que encontremos en el lugar, o llevarnos la nuestra. Por un precio insignificante y con una mochila – picnic para llevar lo imprescindible, puedes descubrir los rincones más interesantes e impresionantes del lugar que elijas para tu fin de semana o para un día de tus vacaciones.

La otra tendencia de viajar en bicicleta es, directamente, partir y hacer todo el trayecto sobre 2 ruedas. Por lo general, hace falta una preparación física previa, aunque depende de cómo nos lo montemos y el recorrido que vayamos a hacer. Más adelante hablaremos de los grandes viajes en bicicleta, y de las rutas más interesantes para un viaje de este calibre, como el Camino de Santiago.